La doble numeración de los salmos.


LA DOBLE NUMERACIÓN DE LOS SALMOS PRUEBA DE LA PLURALIDAD DEL SALTERIO

Muchas personas se hacen esta pregunta: ¿Por qué la Biblia utiliza una numeración para los salmos y la Liturgia de las Horas, el Misal y el Leccionario utiliza otra?. En concreto: ¿Por qué la biblia tiene, para algunos salmos, un numero más?. Esto resulta ciertamente complejo cuando nos referimos, por su importancia en la espiritualidad, a ciertos salmos como, por ejemplo, el salmo 22 (litúrgico) 23 (bíblico) “el Señor es mi pastor” y el salmo 21 (litúrgico) 22 (bíblico) “Dios mío ¿Por qué me has abandonado?” uno y otro son muy importantes pero cuando nos referimos a ellos con su número podemos inducir a malos entendidos. ¿Por qué esta diferencia en a la hora de numerar?
Empezamos por determinar que el salterio bíblico no es exactamente el mismo que el salterio litúrgico. El salterio no es un libro que queda encerrado en su primera composición, sino que ha roto sus límites para convertirse en la oración del pueblo cristiano. Pero además el salterio en cuanto utilizado por la iglesia, principalmente en su liturgia, no queda reducido a los 150 salmos. Ciertos Cánticos de Antiguo Testamento, o bien Cánticos del Nuevo Testamento, Evangélicos o epistolares o proféticos se ha unido al salterio de los 150 salmos. Es decir que la iglesia fue formando el núcleo de su rezo litúrgico no solo con los salmos vetereotestamentarios sino también añadió cánticos o “salmos” de nueva composición. A estos cánticos se deberían añadir los himnos (principalmente los latinos, pero también los de las versiones en lenguas vernáculas, si el tiempo y el sensus fidei los convierten en vehículo de la alabanza divina). Por otro lado, las antífonas, responsorios, sentencias, o bien, para las liturgias orientales, odas, irmos, troparios,… se convierte en explicitaciones del salterio. Una buena prueba de la combinación entre los cánticos y los salmos es que el códice más antiguo que conserva un salterio litúrgico es el Codex Vaticanus Reginensis 11 (s VIII)[1] que contiene junto con dos versiones de los salmos, canticos e himnos. Por otro lado, algunos de los 150 salmos,  no están recogidos en salterio litúrgico de la Iglesia Romana por su carácter imprecatorio[2]. Se trata de 3 salmos el 57 (58 en la numeración hebrea), el 82 (83) y el 108 (109). A estos salmos debemos añadir ciertos versículos sueltos de mismo carácter  en los otros salmos. La Ordenación General de la Liturgia de las Horas da las razones de la omisión: «La omisión de estos textos se debe a cierta dificultad psicológica, a pesar de que los mismo salmos imprecatorios afloran en la espiritualidad neotestamentaria, sin que en modo alguno induzcan a maldecir» (OGLH 131).

El mismo salterio no ha sido unitario a lo largo de los siglos. Prueba de ello es la doble numeración de los salmos debido a que las versiones bíblicas no los dividen de la misma manera. Los salmos 9 y 10 de la versión hebrea forman uno solo en la versión griega de los LXX (Septuaginta). Desde el salmo 11 al 113 el hebreo cuenta una unidad más que en los LXX y la versión latina llamada Vulgata (9, 1-21 y 9, 22-39). También los salmos 114 y 115 hebreo son uno solo en las versiones griega y latina, como salmo 113, 1-8 y 113, 9-26. Y al contrario, el Salmo 116 hebreo se divide en los LXX y la Vulgata en los salmos 114 y 115 hecho que resulta muy clarificador a la hora de rezarlos e interpretarlos . Los salmos 146 y 147 de las versiones griegas y latina están unidas en la versión hebrea formando el salmo 147, 1-11 y 147, 12-20, acabando igual los salmos 148, 149 y 150. Resumiendo en la mayor parte del Salterio, los grandes bloques del sal. 11 al sal. 113 y del 117 al 146, la numeración de la versión hebrea cuenta con un número más[3].  Estas diferencias de numeración entre los textos hebreos y la Vulgata se muestran en el siguiente croquis:
Hebrea 
Septuaginta y Vulgata
1-8
9
10-112
113              
114-115
116-145
146-147
148-150
1-8
9-10
11-113
114-115
116
117-146
147
148-150
Incluso tenemos que indicar el llamado Salmo 151 (no canónico) que aparece en algunas de las versiones de la Septuagésima, (Codd, Sinaiticus, Vaticanus, y Alexandrinus), pero expresan que el estado del último salmo no es canónico.  “Este salmo fue escrito por David por su propia mano y está fuera de número (exothen tou arthmou)  después de que peleó contra Goliat”.  El Salmo 151 es un midrásh poético de I Sm 16:1-3. Durante mucho tiempo se pensó que el Salmo 151 fue compuesto en griego por los autores de la Septuaginta,  pero se ha encontrado en un códice del siglo I (11QPSa), en los manuscritos del Mar Muerto (Qumrán). Este documento incluye dos pequeños salmos que los expertos consideran que fueron la base del salmo 151, bajo el título Una Aleluya de David, el hijo de Jesé”. La versión siriaca de la biblia llamada Peshitta Siríaca,  versión "oficial" para las Iglesias Sirionestorianas, además del salmo 151 añade otros cuatro más, numerados del siguiente modo 152, 153, 154 y 155.
Las diferentes versiones del salterio también ponen de manifiesto la adaptación litúrgica y catequética a la celebración de la Iglesia: El Salterio Romano es la traducción de San Jerónimo bajo el mandato del papa Dámaso (383) que consultó la versión de los LXX y la versión antigua latina (vetus) llamada Itala; posteriormente en el año 386 realizó otra composición llamado Salterio Galicano. También compuso en el 392 el Psalterium iuxta Haebreos. Este salterio, según la versión hebrea de la biblia, nunca fue utilizado en la liturgia. Por el contrario el Salterio Galicano es asumido por Roma en Breviario Romano del papa Pío V tras la reforma tridentina. El Salterio Galicano está incluido en la versión latina de la Biblia conocida como la Vulgata[4], que es la versión oficial de la Iglesia católica. La Vulgata ha sido revisada varias veces: la Vulgata Clementina o Sixto-Clementina revisión ordenada por el concilio de Trento y publicada 1592, bajo el pontificado de Clemente VIII. Esta versión ha estado en vigor hasta la revisión realizada bajo el pontificado de Juan Pablo II en el año 1979 llamada Neovulgata.
Analizando todo esto se comprende como uno de las mejores publicaciones para acercarse a la interpretación litúrgica de los salmos lleve por subtitulo: “Psalterium crescit cum psallente Ecclesia”[5]. Despliegue de la expresión de Gregorio Magno: “Scriptura crescit cum legente” (Hom VII in Ezechielem, lib I en CCL  142, 140). El salterio crece en la celebración de la Iglesia.


[1] Contiene el salterio el salterio iuxta Haebreos y el llamado Galicano, (una versión latina atribuida a San Jerónimo en el año 386 en la que tomó como base para su traducción la Hezapla de Orígenes; esta versión fue llevada a las islas británicas por los evangelizadores romanos y adoptada por la liturgia Irlandesa fue introducida nuevamente en el continente y arrogada por la reforma carolingia).
[2]Cfr.  Rubén M. Leikam, “Las oraciones sálmicas de los salmos imprecatorios”: EO 17 (2000), 9-52.
[3] Rubén M. Leikam, Te alabaré por siempre. Introducción la liturgia de las Horas, Ciudad de México, 2002, 177-178.
[4] El salterio Galicano fue introducido en el año 801 en la Biblia de Alcuino; y, posteriormente en la Biblia SixtoClementina (a 1592), formando, de esta manera, parte integrante de la «Vulgata».
[5]   F. M. Arocena – J. A. Goñi (edd.), Psalterium liturgicum. Psalterium crescit cum psallente Ecclesia. Vol. I.: Psalmi in Misssale Romano et Liturgia Horarum., 2005. 
F. M. Arocena (ed.), Psalterium liturgicum. Psalterium crescit cum psallente Ecclesia. Vol. II.: Psalmi in Missalis Romani Lectionario, 2005.

Pedro Manuel Merino Quesada