Monaguillos, pequeños servidores de la liturgia.


Ayer se celebró, siguiendo el martirologio, la fiesta de uno de los patronos de los monaguillos, Sto. Domingo del Val, (27 de octubre). Es por esto que el artículo de este mes lo quiero referir a los monaguillos o ministrantes de la Liturgia. Sin duda ninguna muchos de nosotros hemos pasado por esta escuela, en ella se da el germen de vocación al ministerio ordenado. El término monaguillo viene a significar “pequeño monje” y se acuñó en ambiente monástico. En Italia por ejemplo son llamados : “chierichetti” (pequeño clérigo). En realidad son acólitos no instituidos pero que hacen funciones de los acólitos instituidos, es un ministerio laical y por lo tanto observado por las normas litúrgicas. De hecho los documentos litúrgicos hacen muchísimas menciones al servicio desarrollado por los acólitos. En el año 2.006 fue la peregrinación europea de los monaguillos a la que acudieron 42.000 de toda Europa. El Papa Benedicto XVI  en la Audiencia del 19 de agosto de ese año se dirigía a estos monaguillos recordando que setenta años atrás, en el año 1.935, él también comenzó a ser monaguillo, les decía las siguientes palabras: “ queridos monaguillos, en realidad vosotros ya sois apóstoles de Jesús. Cuando participáis en la Liturgia realizando vuestro servicio del altar, dais a todos un testimonio. Vuestra actitud de recogimiento, vuestra devoción, que brota del corazón y se expresa en los gestos, en el canto, en las respuestas: si lo hacéis como se debe, y no distraídamente, de cualquier modo, entonces vuestro testimonio llega a los hombres.”


La presencia de los monaguillos en la Liturgia viene reseñada desde antiguo y su servicio al altar y a los ministros sagrados es bien concreto. Su característica vestidura : sotana negra o roja con roquete blanco, o un simple alba identifican ineludiblemente  su presencia en la Liturgia. Cuántas anécdotas e historias cuentan con nostalgia los que han sido monaguillos. Cuántas Parroquias han hecho verdaderas escuelas de amor a la Liturgia y semillero de vocaciones entre los monaguillos. Arriba indicaba que el patrono de los monaguillos es Sto. Domingo del Val, muerto en el año 1.250 a manos de unos fanáticos judíos que lo crucificaron para emular la pasión de Cristo, le pedían que renunciara a Cristo, el no renunció, al contrario aceptó morir por Cristo, su cuerpo se encuentra sepultado en la ciudad de Zaragoza (España). Hay también otro patrono que es San Tarsicio, patrono a la vez de los niños que hacen la Primera Comunión, muerto en la persecución de Valeriano en el S. III. Cuentan que a Tarsicio  le habían encomendado  llevar la Comunión a algunos cristianos que estaban prisioneros. Mientras caminaba por la vía Apia fue abordado por unos paganos que le increpaban para ver qué llevaba consigo. Ante la negativa de Tarsicio, éste fue martirizado y una vez muerto fueron a ver qué llevaba en sus manos, no pudiendo  descubrir nada.
Manuel Flaker