El Papa Francisco modifica el Rito del «Lavatorio de los pies» del Jueves Santo

Lettera del Santo Padre Francesco al Prefetto della Congregazione per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti sul Rito della “Lavanda dei Piedi” nella Liturgia della Messa in Coena Domini.

Al Venerato Fratello
Signor Cardinale Robert Sarah
Prefetto della Congregazione 
per il Culto Divino e la Disciplina dei Sacramenti
Signor Cardinale,

come ho avuto modo di dirLe a voce, da qualche tempo sto riflettendo sul Rito della “lavanda dei piedi”, contenuto nella Liturgia della Messa in Coena Domini, nell'intento di migliorarne le modalità di attuazione, affinché esprimano pienamente il significato del gesto compiuto da Gesù nel Cenacolo, il suo donarsi “fino alla fine” per la salvezza del mondo, la sua carità senza confini.

Dopo attenta ponderazione, sono giunto alla deliberazione di apportare un cambiamento nelle rubriche del Messale Romano. Dispongo pertanto che venga modificata la rubrica secondo la quale le persone prescelte per ricevere la Lavanda dei piedi debbano essere uomini o ragazzi, in modo tale che da ora in poi i Pastori della Chiesa possano scegliere i partecipanti al rito tra tutti i membri del Popolo di Dio. Si raccomandi inoltre che ai prescelti venga fornita un'adeguata spiegazione del significato del rito stesso.

Grato per il prezioso servizio di codesto Dicastero, assicuro a Lei, Signor Cardinale, al Segretario e a tutti i collaboratori il mio ricordo nella preghiera e, formulando i migliori auguri per il Santo Natale, invio a ciascuno la Benedizione Apostolica.

Dal Vaticano, 20 dicembre 2014

Franciscus


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Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos

DECRETO

IN MISSA IN CENA DOMINI

La reforma de la Semana Santa, con el decreto Maxima Redemptionis nostrae mysteria (30 noviembre 1955), daba la facultad, donde lo aconsejaba un motivo pastoral, de realizar el lavatorio de los pies a doce varones durante la Misa en la Cena del Señor, después de la lectura del Evangelio según san Juan, manifestando de este modo la humildad y el amor de Cristo hacia sus discípulos.

En la liturgia romana, tal rito se ha transmitido con el nombre de Mandatum del Señor sobre la caridad fraterna, según las palabras de Jesús (cfr. Jn 13,34), cantadas en una Antífona durante la celebración.

Al realizar este rito, obispos y presbíteros son invitados a conformarse íntimamente a Cristo que «no vino a ser servido, sino a servir» (Mt 20,28) y, llevado por un amor «hasta el extremo» (Jn 13,1), a dar la vida por la salvación de todo el género humano.

Para manifestar plenamente el significado del rito a cuantos participan, ha parecido bien al Sumo Pontífice Francisco cambiar la norma que se lee en las rúbricas del Missale Romanum (p. 300 n.11): «Los varones designados, acompañados de los ministros…», que debe ser cambiada del modo siguiente: «Los que han sido designados de entre el pueblo de Dios son acompañados por los ministros…» (y, por consiguiente, en el Caeremoniale Episcoporum n. 301 y 299b: «los asientos para los designados»), de modo que los pastores puedan designar un pequeño grupo de fieles que represente la variedad y la unidad de cada porción del pueblo de Dios. Este pequeño grupo puede estar compuesto de hombres y mujeres, y es conveniente que formen parte de él jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados, laicos.

Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en virtud de la facultad concedida por el Sumo Pontífice, introduce tal innovación en los libros litúrgicos del Rito Romano, recordando a los pastores su deber de instruir adecuadamente tanto a los fieles designados como a los demás, para que participen en el rito consciente, activa y fructuosamente.

Sin que obste nada en contrario.

Dado en la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 6 de enero de 2016, solemnidad de la Epifanía del Señor.

Robert Card. Sarah
Prefetto
+ Arthur Roche
Arcivescovo Segretario